El 27 de Octubre el gobierno de la Comunidad de Madrid anunció la reapertura de los antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAPs). Tras dos años de movilizaciones populares en los barrios y municipios obreros de toda la región por la reapertura de los SUAPs y con la convocatoria de huelga por parte de los trabajadores ligados a estos centros, la Comunidad de Madrid se ha visto obligada a sentarse a negociar con los sindicatos de la mesa sectorial para dar marcha a atrás a sus planes iniciales de reapertura.
Al igual que con otras medidas, Díaz Ayuso trata de vestir como medidas propias obligaciones judiciales o victorias obreras, pero debemos situar claramente que si hoy nos encontramos ante un horizonte de reapertura de estos centros se debe gracias a la lucha de las plantillas y el pueblo trabajador.
Ahora el gobierno regional apuesta por crear una nueva figura llamada Punto de Atención Continuada (PAC), donde se mezclan los servicios de SUAPs -que cerraron con la pandemia- y los Servicios de Atención Rural (SAR), centralizándose todas las competencias, dotaciones y funcionamiento de los nuevos PAC en la Gerencia de Atención Primaria.
Tras más de una semana con los nuevos centros abiertos se ha constatado el absoluto desastre de una reapertura apresurada, mediada por el coste político que está sufriendo el ejecutivo regional. Han sido decenas las incidencias diarias en las que hemos visto centros sin la mínima dotación de personal, donde falta material y donde no se sabe qué planificación van a tener a corto plazo. El despropósito ha sido tal que 4 de los 5 sindicatos de la mesa sectorial que firmaron el acuerdo para posibilitar la apertura han dado el mismo por roto y han llamado de nuevo a la movilización.
Desde el PCTE llamamos al pueblo trabajador madrileño a seguir manteniendo la movilización en defensa de la reapertura de los SUAPs y contra todo intento de reconfiguración del servicio que implique recortes y falta de atención. Así mismo, llamamos a los trabajadores y trabajadoras de los centros sanitarios a mantener la tensión que generó la primera convocatoria de huelga y que a día de hoy vuelve a estar en pie. Una tensión que debe servir para luchar contra el maltrato sistemático que la Comunidad de Madrid ejerce contra los trabajadores del sector, vertebrar la organización sindical de las plantillas y avanzar en la lucha para recuperar todo lo perdido durante décadas de recortes y privatizaciones al servicio de las necesidades del capital financiero.
Los hechos hoy demuestran que sólo la clase obrera y el pueblo trabajador son capaces de frenar los planes de desmantelamiento del sistema sanitario público, cuando apuestan por el camino de la lucha por sus propios intereses. Debemos reforzar la misma bajo la única bandera de luchar por un sistema sanitario público, gratuito, universal y de calidad, donde no tengan cabida empresas privadas y donde la prioridad sea la satisfacción de las necesidades de toda la población y no el lucro privado de un puñado de oligarcas y el gobierno a su servicio.