El PCTE expresa su apoyo a la marcha convocada por la plantilla de la factoría de Schneider Electric Griñón, que lleva más de un año en lucha por el mantenimiento del empleo en la fábrica. El PCTE movilizará a su activo militante en apoyo a la misma y anima al conjunto de la clase obrera y el pueblo trabajador a respaldar esta importante movilización el próximo 8 de noviembre.
La lucha contra el desmantelamiento de Schneider Electric en Griñón no sólo tiene que ver con la defensa del sustento de más de 600 familias trabajadoras, entre empleos directos e indirectos, sino también con la necesidad de que el conjunto de la clase obrera pongamos freno al paulatino proceso de reconversión industrial de la periferia madrileña, que por el camino arrasa con nuestras condiciones de vida y trabajo condenándonos a una mayor explotación, condiciones laborales más precarias y salarios aún más bajos.
Este proceso no es casual ni aleatorio, sino que responde al interés de una serie de grandes monopolios bajo el respaldo de quienes gobiernan en su nombre. Existe una apuesta decidida del gobierno de la Comunidad de Madrid y el gobierno central para convertir la región de Madrid en un enclave internacional para el transporte de mercancías y viajeros, donde la periferia madrileña está llamada a jugar el papel de gran almacén. Así, se deja morir paulatinamente la producción industrial a través de cierres y deslocalizaciones para reconvertir los polígonos en grandes parques logísticos. En este contexto se enmarca la decisión empresarial de Schneider Electric de prescindir de su factoría en Griñón y sólo así se explica la absoluta inacción de los distintos gobiernos en apostar por la continuidad de la fábrica
En este proceso la clase obrera se ve abocada a una cada vez mayor rebaja de las condiciones en las que vende su fuerza de trabajo. Si se quiere salvar la fábrica habitualmente se sitúa a las plantillas ante el chantaje de “planes industriales” que cargan el abaratamiento de costes sobre las espaldas de los trabajadores a través de congelaciones salariales, pérdida de derechos laborales o la introducción de mecanismos de flexibilidad que imponen el trabajo a demanda. De esta forma los capitalistas consiguen rentabilizar el mantenimiento de las factorías. Si no se acepta el chantaje la empresa procederá al cierre, arrojando a sus trabajadores al paro y a la búsqueda de empleo en otros sectores donde, de nuevo, se verán sometidos a mayores cotas de precariedad y explotación en entornos laborales más individualizados, desorganizados, hipervigilados y carentes de tradición de lucha. Todo ello mientras los beneficios empresariales se disparan y tienen un impacto directo en el repunte de precios que grava directamente los bienes y servicios fundamentales para la supervivencia y bienestar de la mayoría trabajadora, atrapándola en un círculo vicioso donde la salida que se plantea nunca es cuestionar los beneficios y privilegios de la burguesía.
El PCTE advierte sobre los graves riesgos que implica la asunción de estos marcos como los únicos posibles, atrapando a la clase obrera entre la espada y la pared. Existen alternativas que no pasan por que sean las plantillas las que paguen con las consecuencias de la avaricia capitalista, como son la nacionalización de la factoría y su control por parte de los trabajadores a través de mecanismos democráticos.
En un sistema donde las decisiones sobre la industria se toman exclusivamente bajo criterios de beneficio económico empresarial y no sobre la base de las necesidades sociales o de los intereses de la mayoría de la población, la clase obrera sólo puede seguir perdiendo. Sólo en una sociedad donde el interés de la mayoría social trabajadora sea el que oriente las políticas industriales, podremos garantizar plenamente el empleo y las condiciones de vida de toda la clase obrera. El PCTE lucha por alcanzar esa sociedad: el socialismo-comunismo.
El PCTE se opone firmemente al cierre de Schneider Electric Griñón y anima a su plantilla y al conjunto de la clase obrera madrileña a luchar decididamente contra el mismo. Existen ejemplos en nuestra región donde la lucha de los trabajadores ha conseguido garantizar el mantenimiento del empleo y el sustento de todas las familias afectadas, como en Corrugados Getafe o en Casbega, actual Coca-Cola Iberia Partners. Es necesario aprender de las experiencias de lucha de otras plantillas, reforzar el acervo colectivo de lucha de la clase obrera y extraer lecciones que nos permitan poner freno a la ofensiva que los capitalistas y sus gobiernos desatan sobre nuestras condiciones de vida y trabajo. Sólo a través de la lucha y la organización podremos alcanzar la victoria.