A lo largo de estas líneas pretendemos dar a conocer y hacer unas consideraciones sobre algunos de los comentarios antiobreros vertidos por la dirección de la empresa riojana Cartonajes Santorroman en su informe de cuentas de 2023, depositado en el Registro Mercantil.
Para este patrón, la legislación laboral «proclama derechos absurdos, fomenta la vagancia y protege a los malos trabajadores». Las declaraciones del explotador Santorromán, evidentemente, tienen como objetivo su interés por someter a la clase obrera al capricho patronal, dejarnos maniatados ante cualquier porquería y migajas ofrecidas como condiciones contractual y, en definitiva, liquidar cualquier vestigio de normativa que permita a trabajadores y trabajadoras defenderse colectivamente ante los tribunales, llegado el caso.
En anteriores ejercicios económicos presentados ante el Registro Mercantil, dicho personaje describió la pasada pandemia de la COVID-19 como el «bicho chino» (al igual que hiciera el falangista Ortega Smith) y a trabajadores empleados como «mano de obra sin cualificación intelectual». Así mismo, acusó a los trabajadores de «no querer escalar en la categoría profesional, no querer realizar los turnos de noche…», además de mentir descaradamente en cuanto a las cifras de absentismo laboral.
Pobre señor Santorroman. ¿Querrá acaso que los trabajadores nos compadezcamos de su «desgracia»?
Las y los comunistas del PCTE nos preguntamos qué subidas salariales proporciona, y qué responsabilidades conllevan estas. Nos preguntamos qué ofrece a su plantilla para cubrir los turnos de noche. Y nos preguntamos por qué es tan embustero de hablar de un 10% de absentismo laboral cuando este nunca ha superado el 7%. Quizás el señor Santorroman considera que los trabajadores van a vender su fuerza de trabajo por migajas y a cambio de una porquería de condiciones.
Llegados a este punto, la defensa de sus privilegios de clase no serían noticia si el explotador Santorroman no hubiera reconocido un fraude fiscal superior al medio millón de euros, y por el cual fueron acusados, y posteriormente amnistiados. No llamarían al sonrojo si quien tanto se queja de subvenciones y despilfarro público no hubiera recibido suculentas «paguitas» en forma de préstamos ICO. Y no provocaría vergüenza ajena su intento por presentarse como «empresario ejemplar» defensor de la «ortodoxia económica» si no hubiera sido multado junto con otros de su calaña por pactar precios y repartirse clientes. Eso sí, posteriormente absueltos en la Audiencia Nacional por «defectos de forma». Así mismo, fue penalizado en su día por blanquear dinero negro (por robar a las arcas públicas, en definitiva).
El susodicho es presidente de la patronal cartonera, afiliada a la CEOE y, por tanto, a la patronal riojana FER que, como es habitual, calla y otorga ante las estupideces, los atropellos o, directamente, los delitos cometidos por sus asociados.
No vamos a ser las y los comunistas del PCTE quienes defendamos una legislación laboral donde se sigue aumentando la edad de jubilación, o donde se incluye una contrarreforma laboral que no ataja ni la temporalidad enmascarada ni el trabajo precario. Sin embargo, frente a sus insultos, encontrarán nuestra respuesta organizada.
HOMBRO CON HOMBRO; CLASE CONTRA CLASE.