En estos últimos compases del año se han aprobado, y con cierta polémica en las votaciones de las medidas tributarias que saldrán adelante mediante proposición de ley, los presupuestos de la Junta de Castilla y León para el 2023 y la clase obrera de la Comunidad Autónoma tenemos mucho por lo que luchar ante un gobierno que favorece de una manera más acentuada la privatización de lo público y generar el máximo beneficio a las grandes rentas con las bajadas de impuestos, mientras el 28,7% de los niños de Castilla y León se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, sin acceso a los comedores escolares por falta de becas, en un servicio que debería ser gratuito.
Ningún presupuesto es democrático en el sistema capitalista, gobierne la socialdemocracia, teniendo como ejemplo el gobierno central, que propone una salida de la crisis a costa de la clase obrera, o gobierne el Partido Popular de Alfonso Fernández Mañueco en minoría. Van a exprimir a las clases populares para salir a flote y es ahí frente a la pasividad de la oposición parlamentaria, donde crecen los monstruos de la reacción y de la extrema derecha utilizando el populismo y la exaltación nacionalista para llevar a callejones sin salida a la clase obrera. Es necesario un sindicalismo de clase y combativo junto a un Partido Comunista fuerte y organizado, para golpear como un solo puño a este sistema y reducirlo a cenizas.
Durante estos días se va a alardear de que son los presupuestos con mayor dotación económica y los numerosos beneficios que traen, pero lo cierto es que junto con los fondos europeos, el mayor porcentaje va destinado a las grandes empresas mientras siguen aplicando y beneficiándose de los ERTES o ahondando en la precariedad con los contratos fijos-discontinuos y la pérdida de poder adquisitivo junto con la inflación. Estos presupuestos reducen notablemente el servicio de Prevención de Riesgos Laborales. En Castilla y León se producen 3 accidentes laborales por hora, consecuencia de los ritmos frenéticos que sufrimos por parte de la patronal, que en los últimos siete años han seguido aumentando sus beneficios.
Unos presupuestos que ahondan en las privatizaciones en sanidad, educación y servicios sociales con recurrentes partidas económicas a entidades privadas para que asuman servicios que empiezan a ser solo accesibles para una minoría parasitaria frente al pueblo trabajador que sufre las listas de espera y tener que desplazarse fuera de su provincia para obtener un tratamiento adecuado, no poder completar sus estudios por razones económicas o se elimina el presupuesto para las casas de acogida de mujeres que sufren la violencia machista, mientras 2 de cada 3 residencias de ancianos en Castilla y León son privadas y durante los meses duros del confinamiento se demostró que vale más el beneficio empresarial, que la vida de ancianos o trabajadores sanitarios, como también se demostró este verano con los incendios forestales acabando con vidas humanas y destruyendo nuestros recursos naturales.
Ante esta situación, el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE), llama a organizarse, a defender lo público y luchar por una comunidad para la clase obrera. Y tú ¿Qué futuro quieres? Confiemos en nuestras propias fuerzas.