Allí donde el sector público no atiende las necesidades de la población, empresas de sanidad privadas aprovechan para hincar sus garras y extender sus tentáculos. O incluso en muchos casos, esas necesidades quedan desatendidas y la población sin cobertura. Castilla y León es uno de los lugares en los que la sanidad rural ha sufrido de manera especial recientemente y la privada ha logrado penetrar más. En términos de gasto per cápita en sanidad, se gastaron 659 euros por habitante de la comunidad en 2022, la cantidad más alta del país, por detrás solamente de las uniprovinciales Rioja y Navarra.
Esta tendencia, que lleva produciéndose décadas, se ha agudizado en los últimos tiempos en la provincia de Salamanca, con casos como el de Carbajosa de la Sagrada, una ciudad del alfoz de la capital. A iniciativa del grupo Recoletas, se ha planificado la construcción de un hospital privado.
Recoletas es una empresa importante en el sector de la sanidad privada, con hospitales en Valladolid, Burgos, Palencia, Zamora, Segovia, Ponferrada, Cuenca y Ourense, así como otros múltiples centros de laboratorio y clínicas reproductivas. Tres de estas instalaciones están ya en Salamanca. La mera existencia de esta empresa es un claro ejemplo de la dinámica entre el sector público y el sistema económico. El capital necesita continuar generando ganancia para su ciclo de beneficios. Siendo cada vez menos posible en otros sectores, recurre a la mercantilización de los sistemas públicos, a los que devora poco a poco.
La connivencia de las instituciones públicas en esta iniciativa es especialmente obvia, porque el Partido Popular de Carbajosa ha tenido un rol clave en esta cuestión. Esta organización y el alcalde, Pedro Samuel Martín, han puesto la alfombra roja a Recoletas, reuniéndose con sus representantes, que ya han seleccionado la parcela en la que se levantará el hospital.
Es el mismo Partido Popular de Castilla y León de Mañueco y Alejandro Vázquez el que ha ejecutado la otra vía de destrucción de la sanidad pública, cerrando centros por todo el rural salmantino, especialmente en el sur y la zona de las arribes. En la que queda, se dejan al límite sus recursos, lo que abre la puerta a que otros tapen ese hueco para su lucro personal, compitiendo por los recursos materiales y humanos con la pública. Esta pinza crea el caldo de cultivo ideal para que empresas como Recoletas se lucren con la salud de la población.
El Partido Comunista se opone a cualquier iniciativa privada en el ámbito de la salud. La necesidad de un hospital en Carbajosa debe ser suplida socialmente y tener el objetivo de mejorar las vidas de la población, no llenar aún más los bolsillos de grandes empresas. Recoletas y los demás monopolios sanitarios deben ser nacionalizados para que sus recursos se utilicen para satisfacer las necesidades del pueblo.
Desde el PCTE exigimos la paralización del proyecto, la creación de nuevos espacios de salud en Carbajosa y otros lugares con alta demanda, como Garrido Sur y el Zurguén. Así como la reapertura de todos los centros cerrados durante las últimas décadas de recortes.