Ante la movilización convocada en Valladolid por los sindicatos mayoritarios bajo el lema “Respeto por Castilla y León”, a la que se han unido más de cien asociaciones, incluidos los partidos políticos de la vieja y nueva socialdemocracia (PSOE-IU-Podemos). El Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) quiere señalar que:
- No compartimos el único carácter que se le ha dado a la movilización que centra su atención exclusivamente en las políticas de la extrema derecha en el ejecutivo autonómico para reclamar de forma ingenua “respeto” a los espacios de la cultura, la memoria democrática, la inmigración y la igualdad. Señalamos la falta de coherencia de dicha movilización, pues obvia las políticas antiobreras que el Partido Popular lleva ejecutando en la Comunidad desde 1987 y oculta la responsabilidad de los diferentes Gobiernos de España liderados por el PSOE y sostenidos por Podemos, Izquierda Unida, Sumar y la socialdemocracia nacionalista.
- No compartimos la exigencia que se le hace a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, de gobernar en solitario y expulsar a la extrema derecha del ejecutivo ¿Acaso un gobierno del PP, o de cualquier otro gobierno capitalista solucionaría los problemas de la clase obrera en nuestra Comunidad? La política del Partido Popular en el Gobierno se ha caracterizado por ahondar en la privatización de los servicios públicos y la destrucción de la vida digna en el medio rural. Hemos presenciado el desmantelamiento industrial, con deslocalizaciones y el cierre de sectores estratégicos claves para la economía del país y motor de nuestras comarcas mineras; el aumento de la pobreza en nuestros barrios y la creciente gentrificación en ciudades convertidas para el turismo, expulsando a los trabajadores de sus casas por no poder pagar el alquiler y la pérdida de poder adquisitivo.
Para la clase obrera de Castilla y León no va a cambiar en nada gobierne quien gobierne, ya sea desde la gestión socialdemócrata en el contexto nacional o una gestión más conservadora o liberal en el panorama autonómico.
Además, señalamos el error que supone que las principales organizaciones sindicales de nuestra Comunidad subordinen su lucha a agendas ajenas a la clase obrera en un contexto de empobrecimiento generalizado y de ofensiva contra los trabajadores. Nuestra Comunidad ya ha sido ejemplo de cómo desde las organizaciones sindicales se impulsaban movilizaciones interclasistas, que no ponían en primer plano las necesidades de la clase obrera para dar prioridad al acercamiento de la “ciudadanía” en abstracto, fueron fagocitadas y hegemonizadas por posiciones totalmente ajenas a la clase obrera, tal y como ocurrió el 12 de mayo de 2022. Y también hemos participado y luchado juntos a estas mismas organizaciones sindicales en movilizaciones clasistas como las luchas mineras de 2012 que impulsaron en España la solidaridad obrera y pusieron el foco de la política nacional en los intereses objetivos de nuestra clase en su conjunto. Este es el camino a seguir.
Por todo ello, el Partido Comunista llama a recuperar la batalla en los centros de trabajo y en las calles, a luchar por un sindicalismo de clase y combativo y a una movilización general por las condiciones de nuestras vidas, contra la carestía de la vida y por la intervención de los precios, por la organización y en defensa de la clase obrera migrante, por la lucha de la liberación de la mujer trabajadora y contra las guerras imperialistas.
Lo posible son unos márgenes de actuación cada vez más estrechos, donde cada vez más hombres y mujeres vamos quedando fuera. Lo posible es el pragmatismo de la derrota, que tratan de imponer quienes no sufren paro, hambre y miseria. Frente a sus migajas, elige acabar con todo rastro de explotación y opresión.