Cuando decimos que “El Partido Comunista es la palanca organizadora y política con cuya ayuda la parte más avanzada de la clase obrera dirige el camino a las masas hacia su emancipación”, estamos insistiendo en que necesitamos de esa estructura para la lucha de clases.
Sin partido no hay vanguardia. Sin vanguardia no hay lucha consecuente. Sin lucha de clases no hay revolución posible. Sin revolución no hay cambio social, solo barbarie.
Guadalajara tiene una deuda con la historia. En nuestra tierra se produjo la primera gran victoria frente al fascismo a nivel mundial. Aquella gesta que el mismo Lister denominó “el único momento en la guerra en que hubo posibilidades de victoria”, no puede quedar en el recuerdo de los libros. El legado de aquellos luchadores antifascistas debe ser recogido por alguien, y ya llegamos tarde. Tomar el relevo supone implicarse. “Mancharse las manos” y “pisar las calles nuevamente” para que este país funcione para quienes lo hicieron, y lo hacen funcionar: la clase obrera.
Durante las últimas décadas, Guadalajara ha gozado de tener un prestigio importante en multitud de luchas políticas y sociales. Una ciudad pequeña, siempre en pie de guerra. Ejemplo de ello fueron las conquistas sociales en muchos aspectos, y como consecuencia la enorme represión sufrida por parte de estos movimientos organizados. Hoy en día la intensidad en la lucha se ha desinflado. En las calles y centros de trabajo se echan en falta las consignas obreras.
Entendemos el desgaste que ha supuesto para muchos camaradas, compañeros y compañeras, todo este proceso de lucha. Un arduo trabajo en un camino nada fácil, pero hay que volver a retomar esa vía y dar un paso al frente.
En la provincia de Guadalajara tenemos el instrumento capaz de dar voz a esas consignas. Existe ahora una opción Marxista-Leninista, con un Partido organizado que pretende transformar la sociedad, y no gestionar el capitalismo de manera “benévola”. Guadalajara necesita de esa estructura para organizar los cambios sociales. Y esa estructura precisa de tu compromiso y tu entrega revolucionaria.
Nos adentramos en una nueva crisis económica que deja entrever un horizonte bastante oscuro para nuestra clase. La clase obrera, ahogada por el yugo impuesto por la patronal, no puede encontrar refugio en aquellos que refuerzan sus políticas: Gobierno central, autonómico, o local. Ese eje vertebrador de complicidad entre conservadurismo y socialdemocracia, que se turna cada cierto tiempo y que perpetúa la desigualdad social legislatura tras legislatura, debe ser combatido desde las filas obreras en tanto que es contrario a nuestros intereses como clase.
Porque nuestra clase merece otro destino, y por tanto hay que organizarla si queremos lograr su emancipación. Para ello es necesario “Tomar partido”. Porque un comunista sin partido, no es un comunista. Será otra cosa, pero no puede ser un comunista. Nuestro país no necesita señoritos, ni voceros de un sistema que pretenda hacerlo aparentemente mas “amable”.
Necesita precisamente de eso, de comunistas organizados.
¡SÚMATE A LAS FILAS DEL PCTE!
¡ENGROSA EL PARTIDO DE LA CLASE OBRERA!
Partido Comunista de los trabajadores de España (PCTE) – Guadalajara