Durante estos últimos años los ataques del Gobierno de Cantabria a los servicios educativos han sido una constante: paralización de las sustituciones del profesorado de baja durante la pandemia, ratios elevadas en las aulas, plantillas insuficientes…
A pesar de los grandilocuentes mensajes de la Consejería de Educación, al mando de Marina Lombó, del Partido Regionalista Cántabro, lo cierto es que la situación de la educación de la juventud obrera y de extracción popular en Cantabria es más que mejorable. Naturalmente, hay medidas de acción inmediata que se podrían tomar incluso en el marco del capitalismo: una parte importante de los problemas podría resolverse contratando a más profesionales y aumentando la inversión. Nada de esto se ha visto.
La promulgación de la LOMLOE ha vuelto a avivar los debates entre la comunidad educativa, especialmente en el ámbito de las metodologías que se deben utilizar en las aulas o si los contenidos del currículo son los adecuados. El PCTE en Cantabria, sin embargo, quiere recordar a la comunidad educativa cántabra, y especialmente a los docentes, que aunque la LOMLOE es objeto de debate por sus planteamientos metodológicos, lo fundamental es su rechazo porque sigue ahondando en el desmantelamiento del sistema público y en la protección de la educación privada-concertada y las empresas. Además, los profesionales implicados en la educación no han participado en su redacción.
A lo largo de los próximos meses, se promulgará la legislación a nivel autonómico que aplique la nueva normativa en Cantabria. Se nos hablará de flipped classroom, de innovación, de TIC y de tantas otras “grandes novedades que se usan en Finlandia”. Pero ninguna ley capitalista evitará que se queden atrás los jóvenes de familia obrera que no pueden contar con un espacio para estudiar en casa; que estén condenados a trabajar desde jóvenes para poder llegar a final de mes o que, sencillamente, no tienen los recursos para recibir ayuda cuando encuentran dificultad en los estudios. La Formación Profesional seguirá siendo con la nueva legislación un nicho de mercado para las empresas donde encontrar mano de obra gratuita, y la universidad seguirá expulsando sistemáticamente a los hijos e hijas de la clase obrera a través de las tasas y de la dificultad para acceder a los materiales educativos necesarios de manera gratuita.
Los estudiantes lo tienen claro y, recientemente, convocaron una huelga estudiantil contra la reforma educativa que se ejecuta a través de la LOMLOE, la LOSU, la propuesta de Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional y toda la normativa complementaria.
No puede pretenderse solventar con metodologías innovadoras lo que solo se puede solventar tomando los medios de producción. Es imposible una educación en igualdad en una sociedad como la capitalista que es, por definición, manifiestamente desigual. Es necesario un modelo de educación diferente, centrada en el desarrollo integral de las personas y, para ello, debemos construir una sociedad diferente, la sociedad socialista-comunista.
Contra la educación de los capitalistas, ¡construyamos una nueva sociedad!