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El Comité de Asturies del Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) hace suya la indignación y la rabia que sienten los trabajadores asturianos, y muy especialmente la familia minera, ante las recientes informaciones hechas públicas sobre las causas y negligencias que han rodeado al accidente que este lunes costaba la vida a 5 mineros en la mina de Cerredo. A la ausencia de las medidas de seguridad en las que se ven obligados a trabajar los mineros en las explotaciones que aún permanecen abiertas se le suma la extracción ilegal de carbón, siendo ambas circunstancias denunciadas de manera reiterada e ignoradas por la Administración y Dirección de Minas.

La connivencia que el gobierno de Asturies ha mostrado durante estos años con la extracción ilegal de carbón por parte de empresas, que carecen tanto de capacidad técnica como económica y que florecen al sol de las subvenciones otorgadas por las administraciones públicas, son una muestra más de los vínculos existentes entre los capitalistas y los políticos burgueses a través de los cuales trasladan los recursos generados por el trabajo al capital privado. Que, en este caso, una empresa con 3000 € de capital haya adquirido una explotación de las dimensiones de la mina de Zarréu/Cerredo expresa el carácter de clase de las estructuras del Estado capitalista.

Las informaciones publicadas durante los últimos días esclarecen las relaciones políticas y económicas existentes entre el gobierno de Asturies y las empresas, que pretenden hacer negocio con la destrucción del tejido productivo de nuestra región, evidenciándose de esta manera que la transición energética, tal y como la conciben los capitalistas, no constituye compromiso alguno con el medio ambiente, sino que configura un nuevo espacio para la reproducción de capital. Para que estas empresas garanticen sus beneficios es necesario la colaboración del gobierno para el trasvase de ingentes cantidades de dinero público, y la más absoluta impunidad para intensificar la explotación sobre los trabajadores hasta el punto de poner a diario en riesgo sus vidas. Desde el PCTE denunciamos, una vez más, que la ausencia de condiciones de seguridad no son exclusividad de la mina de Zarréu/Cerredo, si no que se reproducen en las minas que aún permanecen abiertas.

La negligencia mostrada por la consejería de Transición Ecológica y Dirección de Minas ante las sucesivas denuncias de situaciones inseguridad y de actividad ilegal que se produce en explotaciones mineras de nuestra región, convierte a sus diferentes titulares en corresponsables directos del accidente que segó la vida de los cinco compañeros en Zarréu/Cerredo. Desde el PCTE exigimos su dimisión inmediata y su puesta a disposición judicial para depurar las responsabilidades penales que se deriven de su acción política. Instamos a las organizaciones sindicales a abandonar interlocución alguna con los organismos señalados, mientras sus actuales titulares permanezcan al frente de los mismos.

Queremos señalar que lo sucedido en Zarréu/Cerredo  que la punta del iceberg de un fenómeno que se manifiesta anualmente de manera trágica para la clase obrera. En el periodo 2020-2024 la accidentabilidad laboral en Asturies se incrementó un 23%, y los accidentes graves y mortales un 27%. La siniestralidad laboral no es una fatalidad sino la expresión cotidiana de las diferentes reformas laborales tendentes a maximizar los beneficios de los capitalistas por medio de la intensificación de los ritmos de trabajo y la reducción de las medidas de seguridad que lleva aparejada esta intensificación. Los trabajadores no podemos tolerar que se normalice el hecho de tener que ir trabajar diariamente con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Basta de sacrificar nuestra seguridad para garantizar sus beneficios; basta de saquear los recursos pueblo trabajador para asegurar las inversiones de los capitalistas; basta de politiqueros burgueses al servicio de los intereses de la patronal; basta de gestos simbólicos contra la siniestralidad laboral;  desde el PCTE llamamos a las organizaciones obreras y sindicales a colocar en el centro la lucha contra la precariedad y la siniestralidad laboral, a impulsar una movilización obrera y sindical sostenida para exigir un control real y efectivo de los trabajadores sobre las condiciones de trabajo y seguridad.

TRABAJAMOS PARA GANAR EL PAN, NO PARA PERDER LA VIDA