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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de tres años y medio de prisión para los 6 sindicalistas del caso de la pastelería “La Suiza”, además de una indemnización de más de 125 mil euros al empresario. Se les condena por un delito “continuado de coacciones graves” y de otro delito contra la Administración de Justicia por actos de hostigamiento al propietario de la pastelería que provocaron su cierre, propietario que a su vez fue denunciado por acoso laboral y sexual a una empleada.

Desde el PCTE queremos mostrar nuestra solidaridad con los condenados y denunciar este nuevo caso de represión sindical.

Por parte del sindicato CNT se convocaron y promovieron distintas acciones de boicot y presión a la pastelería y a su dueño, quien se negó a indemnizar a una empleada por despido improcedente. Las concentraciones finalizaron cuando el empleador decidió cerrar su negocio, que llevaba un año en venta. El Supremo valora que dicho cierre se produce por una presión “directa, constante y reiterada y desproporcionada que excede los límites de la libertad de expresión y libertad sindical” y poco importa que tanto el Juzgado de Instrucción nº5 como la Audiencia Provincial correspondientes hubiesen considerado que las movilizaciones se circunscribían a la normal acción sindical, motivo por el que esas causas fueron sobreseídas.

Así, el Supremo, además de dar un castigo ejemplarizante, sienta un precedente peligrosísimo que abre las puertas a posibles condenas de sindicalistas y trabajadores en lucha por el mero hecho de movilizarse en defensa de sus intereses y contra la violencia patronal. Supone un recorte de la concepción de la libertad y la acción sindical. Esto manda un mensaje claro: los intereses de la clase capitalista priman por encima de todo y hay cosas que “no son admisibles”, el Estado tiene a punto su sistema represivo y no dudará en utilizarlo contra quienes actúen contra sus intereses de clase. La neutralidad del Estado, como también la división de poderes, es una farsa que sirve para ocultar su carácter de clase.

Los sindicatos de clase son una herramienta de defensa de nuestra clase y no podemos permitirnos que, ante la coyuntura de auge reaccionario y previsión de las políticas de austeridad, nos impongan sus marcos de pensamiento y nos dejemos arrastrar por las concepciones burguesas de la justicia, limitadas y al servicio de unos pocos. El PCTE llama a los trabajadores y trabajadoras a reforzar la movilización, los sindicatos de clase y la solidaridad con los compañeros y compañeras reprimidos.

Solo el pueblo salva al pueblo.

 

Oficina de prensa del PCTE