El Partido Comunista de los Trabajadores de España rechaza el acuerdo salarial propuesto por el Ministerio de Hacienda y Función Pública y aprobado en la Mesa General de Negociación de la Función Pública, dado que consolida la pérdida de poder adquisitivo de los tres millones de trabajadores públicos.
El Acuerdo contempla una subida del 2% que se aplicaba para los salarios de 2022, a la que se añade una subida del 1,5% que se aplicará retroactivamente desde el 1 de enero. Para el próximo año 2023 se recoge una subida del 2,5%, que se podrá incrementar hasta en un punto adicional en función de variables vinculadas al IPC y al PIB nominal. Respecto a 2024, el incremento se situaría en el 2%, que podría subir hasta el 2,5% en función de la variación del IPC armonizado.
Por lo tanto, el incremento salarial fijo durante el período 2022-2024 se situaría en el 8%, que se podría incrementar hasta un máximo de un 9,5% según diversas variables. Unas cifras que se manifiestan ridículas ante los datos de la inflación que se sitúa en el 9% en septiembre, tras varios meses por encima de los dos dígitos y con un IPC armonizado que se sitúa en el 9,3% en comparación con el mismo mes de 2021.
Firmar un acuerdo salarial por debajo del IPC es asumir la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores públicos, que se añade a dos décadas de pérdida constante de poder adquisitivo, 20% solo en los últimos 10 años. Aceptar propuestas salariales como la realizada por el Gobierno, muy por debajo de la inflación, supone transigir con recortes encubiertos. Y lo peor, es que se llega a este Acuerdo sin un proceso movilizador; se ha prescindido de la fuerza de la clase obrera en la negociación.
El Gobierno pretende controlar la inflación mediante la contención salarial; primero adopta esta estrategia en el sector público, donde controla directamente los salarios, marcando así la tendencia para los salarios del sector privado, donde recordemos que las subidas salariales pactadas en los convenios colectivos hasta julio aumentaron únicamente un 2,56%, con una brecha cada vez mayor entre los sueldos y la inflación. En resumen, el Gobierno decide empobrecer a la clase obrera y pauperizar los servicios públicos, mientras los capitalistas aumentan sus márgenes de beneficio.
Las organizaciones sindicales que apoyan este acuerdo, CCOO y UGT, insisten en que no solo mejora las condiciones salariales, sino las condiciones laborales, pero hay que recordar que, precisamente, este acuerdo salarial se firma en la misma semana en la que se cumplen 10 años del Real Decreto 14/2012, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo que impulsó el exministro José Ignacio Wert. Un sector que ya se veía afectado por los recortes generales, que empezaron en 2010 de la mano del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Una década después, la Educación Pública no se ha recuperado de las secuelas de ese terrible ataque.
En el caso del servicio público de salud la situación no es mejor: tras años de desmantelamiento mediante recortes, conciertos y privatizaciones, de precarización de las condiciones laborales del personal sanitario y no sanitario, todo con el fin de devaluar la sanidad pública en favor de las clínicas privadas, la situación es dramática.
Medidas cosméticas que no van a revertir el empeoramiento de las condiciones laborales que vienen sufriendo los trabajadores públicos en los últimos años, no son capaces de ocultar lo que es a todas luces un pésimo acuerdo salarial, que condena a los trabajadores públicos a una pérdida sustancial de poder adquisitivo, con el único objetivo de reforzar el Gobierno, considerado como un aliado, ante el temor de la llegada de las fuerzas más reaccionarias al Gobierno.
Llamamos a todos los trabajadores del sector público a rechazar este acuerdo que solo recoge migajas, a mostrarlo públicamente en las organizaciones sindicales y ante sus compañeros y lo que es más importante, a organizarse para empezar a luchar por sus derechos.
Es el momento de confiar en nuestra propias fuerzas.
Oficina de prensa PCTE.