Declaración de la Acción Comunista Europea (ACE)
Las vacaciones de verano han llegado a su fin y comienza un nuevo año escolar, que ya se caracteriza por las muchas dificultades y apuros para los estudiantes de instituto y formación profesional, para los estudiantes de universidad y máster y para los investigadores. Las altas tasas y la ola inflacionaria también aumentan la carga sobre las familias obreras y populares a la hora de proporcionar los necesarios pero muy caros artículos escolares y todo lo que necesitan sus hijos e hijas a lo largo del año.
Los problemas son crónicos, la educación ha empeorado. Bajo el capitalismo hay una disparidad y una segregación clasistas no solo entre los estudiantes, sino también entre los centros según los niveles de educación y de financiación, las instalaciones disponibles y los resultados educativos. Las políticas antipopulares de los gobiernos y la UE, caracterizadas por los continuos recortes en apoyo público y una escasez severa de libros, cantinas y transporte, profundizan las divisiones de clase y llevan a muchas familias a un mayor endeudamiento mientras los actores privados de la educación hacen una fortuna.
Los sistemas educativos en los países miembro de la UE no promueven la educación integral o el desarrollo personal, cultural y social del estudiantado. En su lugar, se centran en entregar un conocimiento fragmentado para producir la mano de obra a bajo coste que necesitan los capitalistas. Prácticas como las formaciones y prácticas no remuneradas representan una forma extrema de explotación que también presiona a la baja los salarios de los trabajadores existentes y exacerba la división en el seno de la clase obrera, beneficiando a los capitalistas.
El contenido de la educación se vuelve cada vez más reaccionario, con libros de texto en escuelas y universidades que incluyen constructos ideológicos anticientíficos, fragmentos inconexos de conocimiento e información difusa. En todos los niveles de la educación se vomitan anticomunismo y difamaciones contra el socialismo. Se omiten, minimizan y atacan el progreso y las conquistas del movimiento obrero. Aumenta la falsificación abierta y provocadora de la historia.
Los niños y niñas son expuestos a la propaganda de la UE desde una edad temprana, se les inculca una realidad distorsionada de la competencia, el beneficio, el emprendedurismo y la cooperación de clases para que éstos se conviertan en sus criterios de pensamiento. Se ha dejado la investigación en las universidades a merced de los monopolios para que sirvan a su rentabilidad, y también se refuerza la promoción de la ideología capitalista y anticomunista en los currículos y contenidos de los distintos niveles educativos. Se promueve el capitalismo como una vía de sentido único con el fin de impedirle a la juventud que adquiera conocimiento y sepa la verdad histórica, que se lance a la batalla en el bando de la clase obrera por el derrocamiento de un sistema de explotación en declive.
La Acción Comunista Europea desea a todos los y las estudiantes un nuevo año escolar militante, el cual se verá afectado por los ataques, viejos y nuevos, a los derechos sociales y las condiciones de aprendizaje y trabajo de muchos jóvenes y sus familias. Pese a todas las adversidades, llamamos a todos los estudiantes de colegios y universidades y a sus familias, así como a los docentes, a no perder el valor, a unirse a sus sindicatos estudiantiles y obreros, a luchar contra toda problemática que enfrenten cada día y a prepararse para la lucha contra este sistema en su conjunto.
La Acción Comunista Europea llama a los alumnos y alumnas de todos los niveles, a las familias del pueblo trabajador y a los empleados en la educación, así como al movimiento obrero y popular en su conjunto, a continuar e intensificar la lucha:
- por una educación exclusivamente pública y gratuita basada en los logros de la ciencia y la tecnología
- por un aumento de la financiación de los centros públicos
- por el fin de la actividad empresarial en colegios y universidades
Un sistema educativo refleja la ideología dominante de la sociedad en la que se encuentra, y en el capitalismo refleja de forma bastante obvia y contundente los valores de la clase dominante.
El sistema educativo clasista sigue siendo un instrumento para el mantenimiento de una sociedad explotadora. El marco del sistema educativo lo dictan poderosos monopolios, cuyo principal objetivo es condicionar a los hijos e hijas de la clase obrera a aceptar la sumisión a los futuros explotadores durante toda su vida.
Dicho sistema no puede ayudar a nada más que a reproducir la discriminación de clase, está diseñado para mantenerla y reforzarla. La educación se vuelve una mercancía y se le proporciona a quienes se la pueden permitir. La constatación es que un sistema educativo que sirva a los intereses del pueblo está por tanto indisolublemente vinculado al resultado de la lucha por una sociedad diferente, sin explotación del hombre por el hombre: el socialismo-comunismo. La integración en esta lucha diaria puede y debe ser una prioridad para el pueblo y la juventud.