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La Acción Comunista Europea se reunió en Estambul el 19 de enero de 2025, con el TKP como anfitrión.

Los partidos que participaron en el encuentro organizado bajo el título “Sucesos en Oriente Medio: Fortalecemos nuestra solidaridad con los pueblos de Palestina, Líbano y Siria” intercambiaron ideas sobre los sucesos en Oriente Medio.

A la reunión asistieron los siguientes Partidos: Partido del Trabajo de Austria, Partido Comunista Revolucionario de Francia, Partido Comunista de Grecia, Partido de los Trabajadores de Irlanda, Frente Comunista (Italia), Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos, Partido Comunista de los Trabajadores de España, Partido Comunista de Suecia, Partido Comunista Suizo y Partido Comunista de Turquía.

Al final del encuentro, que fortaleció la perspectiva común de los partidos de la ACE sobre los últimos acontecimientos en Oriente Medio, los Partidos participantes cumplieron con su deber de advertir al pueblo trabajador del mundo de las amenazas y peligros que están por venir y reafirmaron su solidaridad con los pueblos y los comunistas de la región. A este respecto, los Partidos de la ACE:

  1. Subrayan la gravedad de la escalada de la agresión y el expansionismo israelíes en Palestina, así como en Líbano y Siria, respaldada por EE.UU., la OTAN y la UE, y destacan que la necesidad de detener al Israel sionista sigue siendo la cuestión más candente para el bien de todos los pueblos en la región.
  2. Continúan la lucha por un alto el fuego real, como se dispone en el acuerdo entre Israel y Hamás, con la condición de que los pueblos de Palestina y la región mantengan el derecho a luchar contra la ocupación y la agresión israelí en curso y por la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza. El frágil alto el fuego no borra los crímenes del Estado israelí. La resistencia del pueblo palestino y la solidaridad de los pueblos del mundo, que han caracterizado a lo largo de este periodo la lucha contra la agresión del ocupante, prosiguen por la libertad de Palestina.
  3. Continúan defendiendo internacionalmente el establecimiento y reconocimiento de un estado palestino independiente, con las fronteras establecidas antes del 4 de junio de 1967 y Jerusalén este como capital; exigen el cese y disolución de los asentamientos ilegales en los territorios palestinos, la liberación de presos en cárceles israelíes y el retorno de los refugiados a sus hogares en conformidad con la resolución 194 de la ONU.
  4. Declaran que todos los gobiernos que sigan manteniendo relaciones políticas o económicas, directas o indirectas, con Israel son cómplices en un gran crimen contra la humanidad, en especial el genocidio en Palestina; destacan que a estos gobiernos burgueses hay que hacerles pagar por su colaboración con Israel; y prometen elevar la lucha en sus propios países para poner fin a esas relaciones.
  5. Reconocen que lo que está sucediendo en Siria —el último eslabón de esta agresión— es el producto de la intervención imperialista, subrayando la implicación de EE.UU., la OTAN, la UE; Reino Unido, Israel y Turquía y el papel de los yihadistas.
  6. Profundizan en el señalamiento de las conexiones entre los sucesos en Siria, después de Palestina y Líbano, y la actual competencia por materias primas y recursos energéticos, líneas de transmisión energética, rutas de transporte y mercados internacionales que ha conducido a guerras y conflictos regionales.
  7. Entienden que la situación en Siria no está cerca de alcanzar ningún equilibrio estable en el corto plazo; destacan el hecho de que los sucesos en Siria suponen una nueva etapa de inestabilidad que ha habido en la región durante años; se oponen a cualquier tipo de desmembramiento y cambio de fronteras y advierten a los pueblos de nuevas oleadas migratorias, nuevos conflictos y guerras que pueden extenderse a otras partes de la región, en particular a Irán.
  8. Denuncian a las fuerzas reaccionarias que intentan imponer el nacionalismo y la política religiosa y sectaria que violan los derechos de las personas, las elecciones religiosas, la tolerancia religiosa y el laicismo; y acentúan la importancia vital de la lucha de clases, así como el poder unificador de la clase obrera.
  9. Reconocen que la forma de acabar con esta situación es que los trabajadores de la región se alcen contra la intervención imperialista y la explotación capitalista; declaran que se alzarán en solidaridad con los pueblos y los comunistas de la región en un momento de grave dificultad en el que se embarcan en la lucha en peligrosas circunstancias y mientras los trabajadores de la región necesitan recuperar su fortaleza y unir sus fuerzas.