Este año se cumple el 150 aniversario del nacimiento de Vladimir Ilich Lenin, el principal continuador de las enseñanzas revolucionarias de Marx y Engels con su ilustrado pensamiento científico, el líder popular y ardiente revolucionario, el fundador del Partido de Nuevo Tipo y del primer estado socialista en el mundo. El gran líder del proletariado ruso que entregó toda su vida a la lucha por la liberación social de la clase obrera y todas las masas oprimidas.
El Partido de Nuevo Tipo es el legado ideológico y político crucial de Lenin para la clase obrera de todo el mundo. Lenin fue el primero en diagnosticar y formular la necesidad de un partido revolucionario de nuevo tipo y coherente, equipado con la cosmovisión marxista sin la cual es imposible preparar y llevar a cabo la revolución. La Historia, con Lenin al frente, nos ha enseñado que sólo el Partido de Nuevo Tipo, la sección de vanguardia de la clase obrera y su forma superior de organización, son capaces de organizar y guiar la lucha de la clase obrera para derrocar el capitalismo y construir el socialismo. Con las tesis que expresó en abril de 1917, estableció el objetivo inmediato del poder obrero, de forma que el Partido Bolchevique pudiese preparar y llevar a cabo con éxito la Revolución Socialista en Rusia.
Lenin desarrolló y concretó aún más las partes constituyentes del marxismo; es decir, la filosofía, la economía política y el comunismo científico.
En su polifacética obra teórica y práctica, Lenin iluminó grandes y complejos problemas teóricos de la sociedad humana en la era del imperialismo. Haciendo uso de sus propias conclusiones, señaló el camino y las condiciones para la lucha victoriosa de la clase obrera.
Sus enseñanzas sobre el imperialismo, la revolución socialista y la dictadura del proletariado, el Partido de un nuevo tipo y sus principios, la cuestión agraria y nacional, entre otras, son de incalculable valor, mientras que también desarrolló las bases teóricas de la construcción de la nueva sociedad, es decir, el socialismo. Su obra es de gran importancia teórica y práctica, al estudiar el desarrollo del capitalismo en el paso del siglo XIX al siglo XX, al encontrar que había pasado a su etapa última y superior de desarrollo, esto es, el imperialismo, donde todos sus contrastes se acentúan al máximo. La importancia para la documentación ideológica y política del desarrollo económico y político desigual que crea la posibilidad de romper la cadena del sistema imperialista internacional en su eslabón más débil es verdaderamente especial.
Su obra titulada “La consigna de los Estados Unidos de Europa” es un valioso recurso atemporal para la lucha de los comunistas en Europa, en la que se enfatiza que bajo el régimen capitalista son o bien imposibles o bien reaccionarios. Esta conclusión ha sido justificada y confirmada en la realidad al refutar tanto a las fuerzas oportunistas en el tiempo de Lenin así como a los apologistas de la UE y de las uniones interestatales del capital de nuestro tiempo. Lenin era contrario a cualquier distorsión de la teoría revolucionaria y consideraba la lucha irrenunciable contra el oportunismo como una de las condiciones más básicas para la victoria de la revolución socialista.
La acción internacionalista coherente de los bolcheviques bajo la guía de Lenin y fruto de ello la fundación de la Tercera Internacional Comunista son una piedra angular del movimiento comunista internacional, destacando la tarea de separar a las fuerzas revolucionarias de los partidos oportunistas a nivel internacional y denunciando la posición traicionera de la Segunda Internacional que, apoyando a la burguesía de sus países, llamaron a la clase obrera a ser conducida a la muerte por los intereses del capital.
Hoy, la obra didáctica y atemporal de Lenin desenmascara a todos aquellos que intentan en vano calumniarla u ocultarla. Es una espina en el costado de la barbarie capitalista, que estamos experimentando en estos días de la pandemia con las trágicas deficiencias en el sector sanitario y la feroz competición de los monopolios que cargan sobre los pueblos crisis y guerras y les convierte en refugiados, enfatizando la necesidad del socialismo más que nunca.
Es una respuesta y una guía para la acción contemporánea de los PPCC de todo el mundo y de la lucha de la clase obrera y sus aliados en cada país.
La Iniciativa Comunista Europea está inspirada y guiada por la obra de Lenin, está comprometida con la continuación infatigable del mismo sendero, defendiendo su legado para lograr nuestros objetivos revolucionarios.