El aborto clandestino, cuya primera causa es el miedo a perder el trabajo, sigue siendo una de las principales causas de muerte para las mujeres de nuestra clase en nuestro país y en el mundo.
El deterioro del sistema público de salud en España, su escalada hacia la privatización, el derecho de objeción irrestricto para los profesionales sanitarios, las trabas burocráticas y el desvío hacia clínicas privadas que está llevando a cabo la sanidad pública continúan convirtiendo nuestra salud sexual y reproductiva en negocio para los grandes monopolios de la sanidad privada y en inaccesible para muchas mujeres de la clase trabajadora.
Tanto el derecho a la maternidad como a la interrupción del embarazo siguen siendo papel mojado para muchas trabajadoras, para las migrantes y solicitantes de asilo, para las jóvenes de extracción obrera y popular.
El ejercicio efectivo de nuestros derechos sexuales y reproductivos, instaurado en los países socialistas un siglo atrás, es imposible bajo las condiciones del capitalismo.
La salud reproductiva es mucho más que una libertad individual: es un derecho social conquistado colectivamente por la clase trabajadora en su lucha, como parte del derecho a una salud pública gratuita y universal. El capitalismo está liquidando esa misma sanidad pública para convertirla en un espacio de acumulación de capital. Los redactores de la ley burguesa sirven a esos mismos intereses privados de los grandes grupos monopolistas.
Queremos nuestra salud sexual fuera del Código Penal y fuera de las clínicas privadas. ¡Nuestra salud no es negocio ni delito!
Luchamos por una educación sexual y una información rigurosa en la escuela, en los centros de salud, en nuestros barrios y pueblos. Por el acceso libre y gratuito a los métodos anticonceptivos y de planificación, por un estado laico y por la derogación de toda ley de enseñanza que impulse la religión y excluya la educación sexual de la escuela pública.
Este 28 de septiembre el Partido Comunista llama a las trabajadoras y a los trabajadores a luchar por la plena despenalización del aborto y la inclusión de nuestra salud sexual y reproductiva en la sanidad pública, como parte esencial del Programa de lucha de las mujeres trabajadoras y del conjunto de la clase obrera.
Luchemos por un país para las trabajadoras y los trabajadores: ¡Por un país para la clase obrera!