Resolución del Comité Central del PCTE
El XI Pleno del Comité Central del PCTE, reunido los días 7 y 8 de septiembre de 2024, tras analizar el contexto económico, político y social en que se desarrolla la lucha de clases en España, quiere trasladar las siguientes reflexiones al conjunto de la clase obrera y sectores populares de nuestro país.
1)Los capitalistas han puesto el foco central de sus preocupaciones en el incremento de la productividad del trabajo. Esto significa, fundamentalmente, que están redoblando sus esfuerzos para conseguir mayor rendimiento de la fuerza de trabajo, extraer más plusvalía, como vía para situarse en mejores condiciones de competir en los distintos mercados y obtener mayor rentabilidad para sus inversiones. El incremento de la productividad implica, bajo el capitalismo, mayor explotación de la clase obrera.
Todas las fuerzas defensoras del capitalismo, a derecha e izquierda, han hecho suya esa preocupación de los capitalistas, y por ello proponen distintas medidas destinadas a avanzar por esa vía, bien estableciendo más mecanismos de flexibilización interna y externa en las empresas, bien impulsando una transformación general del sistema educativo para someterlo completamente a los intereses empresariales, como se constata en la fundamentación y la letra de leyes como la LOMLOE o la Ley Orgánica de ordenación e integración de la Formación Profesional.
2)La experiencia acumulada tras varios años de gestión de gobiernos de coalición socialdemócrata encabezados por el PSOE confirma que la socialdemocracia cumple un papel imprescindible en este proceso, ya que presenta como “nuevos derechos” o “nuevas conquistas” para la mayoría trabajadora lo que no son sino mecanismos diseñados para el empeoramiento general de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera.
El mejor ejemplo de esto son los cambios ejecutados en el sistema de relaciones laborales, donde la reforma laboral ha servido para “mejorar” las estadísticas de contratación y empleo, mientras que las condiciones de contratación y empleo han empeorado, sometiendo todavía más al trabajador a las necesidades que, en cada coyuntura, tienen los capitalistas.
Pero también en materia de jubilación se comprueba esta tendencia, ya que todas las fuerzas socialdemócratas, tanto políticas como sindicales, se limitan a tratar de maquillar lo que no es más que una apuesta clara por el retraso indefinido de la edad de jubilación, al tiempo que se empeoran las condiciones para acceder a pensiones dignas, todo ello encaminado hacia la apertura de un nuevo nicho de mercado multimillonario para bancos y aseguradoras.
En el panorama político y económico español existe un discurso único que se expresa de diferentes maneras por cada una de las fuerzas políticas, sindicales o empresariales. Todas ellas comparten el objetivo de garantizar la continuidad de la explotación capitalista, aunque difieran en cuanto a la profundidad y la orientación de las medidas necesarias para alcanzar ese objetivo. Esta comunión entre fuerzas políticas, sindicales y empresariales hace pasar los intereses de una minoría explotadora por los intereses generales de toda la sociedad, favorece la desmovilización de la clase obrera y difumina las contradicciones de clase que constituyen en el núcleo esencial de la vía de desarrollo capitalista.
3)Los márgenes para la gestión capitalista son estrechos. La aceptación de estos márgenes, derivada de la concepción de que el capitalismo es la única vía posible de desarrollo, implica la aceptación de los mecanismos esenciales de la explotación capitalista e impide la puesta en práctica de medidas capaces de revertir esta creciente subordinación de la mayoría trabajadora a los intereses de sus explotadores.
Esta realidad implica que, en el día a día, los debates políticos y económicos no se den sobre las distintas posibilidades de abordar los problemas sociales que genera el capitalismo, sino sobre lo que se puede hacer sin poner en duda ni en riesgo las bases de la explotación capitalista. La clase obrera, por tanto, se enfrenta permanentemente a falsos dilemas que no tienen que ver con la resolución de sus problemas reales, sino con la promoción, de la forma más efectiva posible, de intereses de clase ajenos.
En muchas ocasiones, además, estos falsos dilemas que se presentan como generales son solamente la expresión de las confrontaciones entre secciones diferentes de la minoría explotadora y de sus gestores políticos. Como se ve actualmente en las discusiones sobre el modelo de financiación autonómico, los distintos gestores de los intereses capitalistas utilizan las condiciones de vida de la población de sus respectivos territorios como argumento para tratar de obtener mejores condiciones para el ejercicio de la explotación, para tratar de favorecer a secciones de la burguesía radicadas en cada territorio.
4)Por otra parte, los capitalistas no solamente necesitan fuerza de trabajo sometida a las condiciones de creciente subordinación a las necesidades de la producción, sino que además necesitan contar con una reserva suficiente para afrontar las distintas fases de la producción y para justificar el empeoramiento de las condiciones de trabajo, para lo cual es imprescindible contar con trabajadores de otros países, toda vez que la reserva que ofrece la población del país es insuficiente.
En un contexto de reducción de la tasa de natalidad, de falta de mano de obra abundante y barata doméstica, cobra importancia la mano de obra foránea, que se ve abocada a la migración debido a la imposibilidad de contar con unas condiciones de vida y trabajo dignas en su propio país, lo que es consecuencia fundamentalmente de la situación impuesta por una división internacional del trabajo, que atribuye papeles diferentes y concretos a los distintos países capitalistas.
El fenómeno migratorio, bajo estas coordenadas, es utilizado por los distintos sectores capitalistas en función de sus intereses, ignorando o manipulando su carácter clasista y todos los elementos que están presentes en él. Se popularizan, con ello, falsos dilemas como los relativos a “inmigración ordenada o desordenada”, “fronteras abiertas o cerradas”, “contribución a la economía y a las pensiones o abuso de ayudas” que distraen la atención de las razones objetivas que están detrás de este fenómeno, que justifican la negación de determinados derechos a ciertas secciones de la clase y que contribuyen a fomentar la desconfianza y la desunión en el seno de la clase, al anteponer supuestos intereses nacionales a los intereses clasistas.
5)En prácticamente todas las facetas de la lucha de clases actual se expresan tendencias encaminadas a favorecer la desunión de la clase obrera. Tendencias que han existido siempre, pero que en determinados momentos como el actual se van exacerbando ante la constatación objetiva de la imposibilidad de un desarrollo capitalista que beneficie a toda la sociedad.
El desarrollo capitalista no solamente necesita el mantenimiento de la desigualdad dentro de cada país, sino también entre países y regiones del mundo, y además necesita que esta desigualdad se considere natural e inmutable, generando entre las distintas secciones de la clase obrera una búsqueda de salidas individuales que las somete todavía más a sus explotadores.
Ante esta situación, la única solución posible es el fortalecimiento de las posiciones clasistas. Esto significa dos cosas: por una parte, identificar los intereses de clase presentes en cada conflicto; por otra, priorizar esos intereses de clase frente a toda otra consideración y frente a los argumentos que esconden posiciones de clase ajenas bajo una retórica supuestamente obrerista.
En las condiciones indicadas, el Comité Central del Partido Comunista de los Trabajadores de España declara que la orientación de su trabajo político en este periodo se realizará bajo la consigna “Hombro con hombro, clase contra clase”, concretada en las siguientes líneas de actuación:
-El enemigo principal de las distintas secciones de la clase obrera es la burguesía, en tanto que minoría que existe gracias a la explotación capitalista.
-La clase obrera sólo puede terminar con el dominio burgués si tiene conciencia de los mecanismos económicos, políticos e ideológicos que afianzan su explotación y su desunión y, en función de ello, se organiza partiendo de su posición relativa en la explotación capitalista, más allá de otras consideraciones.
-Los intereses de la clase obrera no coinciden con los intereses de sus explotadores. Por tanto, la clase obrera no puede depositar su confianza en los representantes de esos explotadores, sino únicamente en sus propias fuerzas organizadas.
-Las distintas secciones de la burguesía hacen esfuerzos importantes por popularizar su visión del mundo y sus intereses inmediatos entre la mayoría trabajadora, buscando hablar en su nombre y haciendo pasar sus intereses específicos por intereses generales.
-La imposibilidad de satisfacer hoy los intereses y las necesidades de la clase obrera no se encuentra en la propia clase, sino en los límites establecidos por los capitalistas para salvaguardar la explotación capitalista y la concepción de que tales límites son infranqueables.
-La solución a los problemas de la clase obrera no pasa por la confianza en el Estado capitalista como mecanismo capaz de corregir las desigualdades sociales, puesto que su función es esencialmente la de garantizar el mantenimiento de tales desigualdades dentro de unos parámetros asumibles por la clase dominante.
Por todo ello, el Comité Central del PCTE hace el siguiente llamamiento a la mayoría trabajadora de nuestro país:
-a mantenerse unida y organizada frente a todos los ataques que está ejecutando la burguesía y sus representantes políticos.
-a desenmascarar las posiciones reaccionarias, racistas, xenófobas que pretenden dividir a nuestra clase.
-a desarrollar las herramientas propias capaces de contraponer sus intereses de clase a los intereses de las distintas secciones de la burguesía.
-a desarrollar mecanismos unitarios de intervención en los centros de trabajo, de estudio y de residencia de la clase que mantengan la independencia política, ideológica y organizativa frente a la burguesía y sus defensores.
-a identificar y combatir los llamamientos a la unidad basados en la oposición entre distintas formas de gestión capitalista y encaminados en última instancia al mantenimiento de la explotación capitalista bajo formas supuestamente menos lesivas.
La emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos. La lucha por la emancipación de la clase obrera no es una lucha por privilegios y monopolios de clase, sino por el establecimiento de derechos y deberes iguales y por la abolición de todo privilegio de clase.
¡Hombro con hombro, clase contra clase!