Las desavenencias a cuenta de las cuadrillas forestales entre Joaquín Olona consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón y su director general Diego Bayona no hacen más que evidenciar la nula preocupación de los gestores capitalistas por la realidad en la que vivimos.
A la precariedad laboral que sufren los trabajadores y trabajadoras de Sarga (Sociedad instrumental del Gobierno de Aragón, un medio propio asignado a la Consejería de Desarrollo Rural y Sostenibilidad) de la que dependen las cuadrillas forestales, se añade la intención de remodelar la ubicación de dichas cuadrillas en la provincia de Teruel, lo que supone agrupar a muchas de ellas.
Teniendo en cuenta el subdesarrollo en materia de infraestructuras que sufren muchas comarcas Turolenses, esta decisión de reagrupar cuadrillas, en ningún caso supone una respuesta más rápida ante una emergencia.
Pero el fondo de la cuestión, más allá de las condiciones laborales deplorables de una plantilla que depende directamente del Gobierno de Aragón o de la adecuación de la nueva ubicación de las cuadrillas forestales. La cuestión de fondo es el trato que recibe una de las provincias más castigadas por la falta de inversión en infraestructuras y la despoblación. Por mucho que nos hablen de la España vaciada y de la sostenibilidad del medio rural, la realidad es que para el sistema capitalista, la única forma de utilizar los recursos del medio rural no es mediante la inversión a largo plazo para desarrollar una economía realmente sostenible, sino la explotación de los recursos de manera inmediata, fomentando el turismo rural o la construcción de parques eólicos, al tiempo que se cierra la Central Térmica de Andorra y se dejan abandonadas todas al infraestructuras más básicas como caminos, balsas y un largo etcétera.
Así pues, mientras el Gobierno de Aragón discute de manera abstracta sobre sostenibilidad o vertebración del territorio, se impone el abandono más absoluto sobre nuestro entorno rural. El gobierno socialdemócrata del cuatripartito (PSOE, UP, CHA y PAR) como mero gestor del capitalismo, no puede abandonar las premisas de máximo beneficio y expolio y es bajo estas coordenadas como se lleva décadas condenando a la provincia de Teruel.
El desarrollo del medio rural, la sostenibilidad y el cuidado y respeto por el medio ambiente, son una quimera inalcanzable dentro del sistema capitalista. Sólo bajo el socialismo-comunismo se podrán poner las fuerzas productivas al servicio de la sociedad en su conjunto.
Desde el Partido Comunista de los Trabajadores de España en Aragón, llamamos a la clase trabajadora a la organización para combatir contra un sistema en el que ni nuestro medio rural ni nuestra riqueza natural, sean convertidos en una mera mercancía sujeta a los vaivenes del capitalismo.