Desde el Partido Comunista de los Trabajadores de España en Asturies (PCTE) vemos con preocupación el enfoque pueril que se está haciendo del almacenamiento de energía mediante las baterías de acumulación, tanto por los monopolios de la electricidad como por los movimientos y partidos socialdemócratas.
Ahora parece ser que el almacenamiento de energía es vital para la región,algo que desde este Partido siempre se defendió como esencial para mantener el tejido productivo,ante un proceso de cierre de la minería del carbón y clausura de centrales térmicas que aún hoy no está ni mucho menos compensado con la generación conseguida con las energías renovables, y que dejó a las empresas con la excusa perfecta para mantener procesos de deslocalización, o el incremento del trabajo a eventual, convenientemente sostenido por las medidas lanzadas por el gobierno de la socialdemocracia,
Desde el PCTE Asturies, evidentemente, no estamos en contra del avance científico e industrial, pero si de que estas baterías se instalen en suelos distintos a los denominados industriales, ni cerca de núcleos rurales ni barrios obreros de las ciudades, al menos sin que se haya lanzado una normativa en base a unos estudios científicos rigurosos que marquen los límites para garantizar la salud individual y colectiva. Pero si que creemos que el almacenamiento de energía es necesario por lo que siempre se defendió en este Partido, para alimentar a nuestra industria, y evitar, lo que por desgracia y gracias a las políticas de partidos que durante años gobiernan nuestra región, parece que no tiene marcha atrás, y es la desindustrialización de Asturies.
El gran problema de fondo no es la generación de la energía, ni su forma de almacenamiento, sino como éstas siguen siendo propiedad de unos monopolios cuyo fin último es el de maximizar sus beneficios, sin importar ni la salud ni el trabajo de asturianos y asturianas. El problema es la especulación que se hace con esta energía, conseguida en una parte a costa de nuestros recursos naturales y minerales, y cómo se quieren aprovechar para el enriquecimiento de los accionistas de las energéticas, o de los grandes industrias, mientras que las vidas de las y los trabajadores se precarizan, los sueldos siguen depreciándose,y la seguridad laboral se esfuma, a medida que aumentan las leyes que abonan el trabajo “a demanda” (del empresariado, por supuesto).
Por eso desde el PCTE Asturies decimos que el sector energético debe de estar al servicio de las necesidades del pueblo trabajador, y bajo el control obrero, es la única forma de garantizar que los beneficios que se generan en nuestra tierra vayan para quienes realmente los trabajan.