Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, la semana pasada conocimos otro baño de realidad en nuestra región: la tasa de pobreza llega al 17% y la de pobreza severa al 7%. Esto representa que 70.000 personas en La Rioja se encuentran en situación de pobreza y que el 41% de la población tenemos problemas para llegar a fin de mes. No lo podía decir más claro la presidenta de EAPN en La Rioja: “los trabajos son precarios y los sueldos no van acorde con el precio de la vida” o, más gráficamente aún, “trabajar hoy no es sinónimo de salir de la pobreza”. Este es otro bofetón de realidad que sufrimos la mayoría obrera y popular de nuestra comunidad.
Así mismo, en lo que se refiere a vivienda, el precio medio del alquiler en Logroño por un piso a las afueras ha aumentado hasta los 700 euros al mes, lo que supone 8.400 euros anuales. Y, si hablamos del centro, el aumento alcanza los 1.000 euros al mes (12.000 euros al año). Según datos del INE, la renta media anual por persona en Logroño es de 14.276,86 euros. Si comparamos las cifras, la conclusión es demoledora: las y los logroñeses destinan más de la mitad de sus ingresos a pagar el alquiler.
La vivienda, dentro del sistema capitalista, cumple una doble función: por un lado, constituye un bien de mercado y, por otro, es una mercancía más destinada a facilitar la reproducción de la fuerza de trabajo. Nunca, por tanto, un espacio donde la clase trabajadora pueda desarrollar su vida cómodamente y en colaboración con sus semejantes. Todo esto enmarcado en un modelo de urbanismo donde las ciudades son objetivo prioritario para la obtención de beneficios para constructoras y demás capitalistas, al que se subordina cualquier objetivo social de servir de lugar de descanso o esparcimiento para nuestra clase. Así, queda patente que el tema de la vivienda es una cuestión de clase y se manifiesta en el precio, las condiciones o la situación geográfica e infraestructuras de las mismas.
Con estos datos sobre la mesa, nos topamos con el silencio de un gobierno regional que, consciente de la realidad, le trae sin cuidado para su hoja de ruta de privatizaciones y privilegios al servicio de la patronal. Así mismo, nos encontramos con unas cúpulas sindicales que estampan su sello en convenios de miseria.
Frente a ello, las y los comunistas en La Rioja continuamos con la extensión de la campaña “Con tu vida no se juega”. En ella pretendemos dar a conocer nuestras propuestas, en confrontación con el modelo de miseria y crisis permanente que nos ofrecen patronal y gobiernos, en materia de trabajo y acceso a la vivienda:
– Continuar luchando contra la precariedad laboral, se llame como se llame el contrato bajo el que se ampare, exigiendo el empleo estable y con plenos derechos laborales y económicos, aboliendo las relaciones laborales flexibles, prohibiendo las ETT y poniendo todas las barreras posibles a los despidos.
– Seguir exigiendo la reducción de la jornada laboral en todos los sectores sin merma de salario y sin concesiones a la patronal y oponerse firmemente a cualquier propuesta de retraso de la edad de jubilación y defender su adelanto, además de su inclusión completa en los Presupuestos Generales del Estado.
– Mantener la lucha para prohibir todo tipo de desahucios a familias trabajadoras y cualquier corte en los suministros básicos.
– Defender el acceso a viviendas dignas en el parque de vivienda vacía en manos de bancos y fondos de inversión, a través de mecanismos como la expropiación sin indemnización.
– Conseguir una limitación real y efectiva de los alquileres, en detrimento de la ganancia de los propietarios y no como mecanismo encubierto para la subida de precios.