Ayer 10 de marzo, en una rápida sucesión de acontecimientos, la presidenta de la CAM Isabel Díaz Ayuso convocó elecciones anticipadas para el próximo 4 de mayo, a la par que los principales partidos de la oposición -PSOE y Más Madrid- presentaban sendas mociones de censura. A pesar de la frenética actividad parlamentaria y mediática de la jornada, estamos ante una serie de movimientos políticos que se vienen fraguando desde hace meses y que se relacionan con los equilibrios de poder entre distintos partidos liberales y socialdemócratas a nivel nacional.
Desde el estallido de la pandemia las tensiones entre PP y Cs en el seno del gobierno de la CAM no han hecho más que crecer, a la par que frente al clamor popular para poner fin a un gobierno abiertamente hostil a los derechos y la vida del pueblo, en la oposición reinó el más absoluto silencio. Todos los movimientos en torno a la convocatoria de nuevas elecciones responden exclusivamente a los intereses políticos de las distintas fuerzas en liza.
Los intereses de la clase obrera y el pueblo están completamente ausentes en el debate. En la región de España con más contagios y fallecidos por Covid, donde cientos de miles de trabajadores son arrojados al paro, decenas de miles continúan en ERTE, sobrevuela la amenaza de EREs masivos, se suceden los desahucios, aumenta la pobreza en los barrios obreros y se profundiza en la privatización de los servicios públicos, las fuerzas parlamentarias de oposición al gobierno Ayuso-Aguado han maniobrado para torpedear y desmovilizar -cuando no directamente prohibir y reprimir- cualquier atisbo de movilización.
En septiembre advertimos acerca del peligro de los movimientos que se estaban realizando en torno a la exigencia de la dimisión de Isabel Díaz Ayuso, que centraban “la responsabilidad en una única figura, eximiendo de responsabilidad al resto de actores en el gobierno de la CAM y que destierran del debate político las reivindicaciones que emanan del propio pueblo trabajador.” Hoy nos encontramos con que las mociones de censura planteadas se orquestan premeditadamente de espaldas a las reivindicaciones del pueblo trabajador, buscando huir de futuras ataduras y compromisos sociales.
Nuevamente se presentará ante los trabajadores el falso dilema de la “unidad progresista” frente a la extrema derecha y se pedirá un voto ciego para la socialdemocracia, esquivando la constatación de que tanto el gobierno central de coalición socialdemócrata como el gobierno regional de coalición liberal han actuado en todo momento con el objetivo de salvaguardar los beneficios de la patronal y su dominio de clase, apuntalando para ello mayores cotas de explotación, precariedad y misera sobre la clase obrera.
Advertimos del crecimiento de la influencia de VOX a través de su presencia institucional, que supone un grave peligro por la agudización de tendencias reaccionarias en el seno del pueblo y que pueden servir como base para un futuro desarrollo del fascismo en Madrid. Responsabilizamos de esto a quienes cultivan y alientan de manera oportunista estas posiciones, pero también a aquellos que mientras dicen combatir sus planteamientos y gobernar en favor del pueblo, anteponen las necesidades de los capitalistas y condenan a millones de trabajadores a la miseria, arrojándolos a los brazos de la extrema derecha ante las promesas incumplidas.
Es posible que el adelanto electoral quede en suspenso ante la interpretación jurídica de la normativa vigente, decisión que en última instancia dependerá de los equilibrios de poder de los diferentes partidos burgueses, liberales o socialdemócratas, en los tribunales.
Ante los posibles escenarios resultantes, desde el PCTE declaramos que, de convocarse finalmente las elecciones, nos comprometemos a mantener una posición política que garantice la independencia de la clase obrera. No apoyaremos ningún gobierno o alianza electoral que subordine los intereses objetivos de la mayoría trabajadora a los de la minoría capitalista explotadora y parásita.
Emplazamos a la clase obrera y los sectores populares a intensificar la movilización contra la ofensiva de la patronal y sus representantes políticos. En cada empresa, en cada sector, en cada centro de estudios, en cada barrio y cada municipio, levantemos nuestras reivindicaciones ante cualquier hipotético gobierno resultante de los procesos actuales. Animamos al conjunto de los trabajadores a reforzar los sindicatos de clase y las organizaciones populares para esta pelea.
Llamamos a todos los trabajadores y parados; estudiantes, jóvenes y pensionistas a organizarse en el PCTE, siendo este el año del centenario de la lucha comunista en España. Es necesario levantar una gran movilización general y unitaria, desde todos los sectores sociales, contra los grandes capitalistas y quienes gobiernan al dictado de sus intereses. Necesitamos romper los estrechos márgenes del capitalismo, tomar conciencia de que dentro de este sistema no hay solución posible a nuestros problemas y apostar decididamente por una nueva sociedad libre de explotación.
Frente a las promesas de lo posible, elegimos lo necesario. Frente a quienes contraponen socialismo a libertad, defendiendo libertad para los explotadores y miseria para los trabajadores, nuestra posición es tajante. Socialismo o barbarie.