Después de que el gobierno turco anunciara las pérdidas que había causado al ejército sirio durante una semana, el Gobernador de Hatay informó que “nueve de nuestros soldados fueron martirizados”. Desde entonces el número se ha elevado con rapidez. El número exacto no está claro; decenas de nuestros hijos han perdido sus vidas. Nuestras condolencias a nuestro pueblo.
La República de Turquía, que se fundó tras la lucha contra la ocupación imperialista en 1923, está luchando junto a otras fuerzas armadas contra un país en el territorio de aquel país. El día anterior, la agencia de noticias oficial del estado presentaba las fotografías de los miembros de las Fuerzas Armadas turcas junto con militantes que portaban emblemas del Estado Islámico (EI) y luego eliminaron las foto. El EI es una sangrienta organización terrorista.
El poder político, que había acusado a la opinión de todo opositor de ser un espía americano o miembro de la red Gülenista hasta ahora, ha iniciado ahora una diplomacia intensiva para conseguir apoyo de los EE.UU. y la OTAN y apeló a los gobiernos occidentales. Al intensificarse ayer los enfrentamientos en Siria, la sionista Israel, ejecutora del pueblo de Palestina, atacó Damasco. Todo esto no es una coincidencia. Al parecer, la nueva fase de la política siria del gobierno turco es expandir el alcance de la guerra e incluso asegurar una clara confrontación militar entre la OTAN y Rusia.
Independientemente de si ello es posible o no, tenemos que destacar que las tensiones en el mundo imperialista se han agudizado hasta el punto de que incluso el error más minúsculo puede volverse incontrolable. El hecho de que en Turquía el poder dominante ha perdido por completo su capacidad para hacer estimaciones correctas sólo eleva la cantidad de peligro potencial.
Sabemos muy bien que a lo largo de la historia, las guerras se han usado como pretextos de las potencias dominantes para disimular el descontento dentro del país e incluso reprimirlo. Todo el lastre de la problemática economía de Turquía recae sobre los hombros del pueblo. El desempleo está en alza, el coste de vida se está haciendo insostenible. El suministro de gas de un millón de viviendas fue cortado a causa de facturas inasumibles. La guerra sin sentido sostenida en el suelo de otro país no producirá más que más pobreza y mayores cifras de muertos para nuestro pueblo.
Nuestro país es demasiado preciado como para ser entregado a funcionarios de la OTAN, pro-americanos o yihadistas. La política siria del gobierno, desaprobada por la mayoría de nuestro pueblo, debe ser abandonada de inmediato y las tropas turcas deben ser retiradas de Siria.
Partido Comunista de Turquía
Comité Central
28.02.2020