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Ante dicha sentencia, que el Buró Político del PCTE condena con rotundidad, se hace pública la presente declaración:

1.- Esta sentencia supone un nuevo escalón – y un aviso a navegantes – en la dinámica de abordaje represivo de los conflictos de carácter económico, social o territorial que se producen en España.

2.- Nuestro Partido advirtió reiteradamente a la clase obrera y al pueblo de que el proceso independentista conducía a un callejón sin salida. Los sectores de la burguesía media y de la pequeña burguesía catalana que encabezaron el procés minusvaloraron la capacidad de respuesta del Estado español.

3.- Los sucesos en Cataluña no pueden analizarse al margen del momento actual que atraviesa el capitalismo mundial, caracterizado por una grave intensificación de las contradicciones entre las principales potencias capitalistas en la que los Estados utilizan todas las herramientas policiales, judiciales, mediáticas, económicas o militares a su alcance, pisoteando las formalidades democráticas y el Derechos Internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial para imponer sus intereses. El imperialismo tiende a la reacción en todos los terrenos.

4.- En esa pugna entre capitalistas, la burguesía fomenta el avance de los distintos nacionalismos para atrapar a la clase obrera y al pueblo, utilizándolos como carne de cañón en defensa de sus intereses. Todo ello, en condiciones en que se manifiesta una clara tendencia a la centralización de los Estado capitalistas, que no pueden permitirse la menor debilidad interna en la dura disputa que se libra a escala internacional.

5.- En su día advertimos de que el Estado emplearía el procés en la lógica de esa centralización, situando como objetivo político la derrota total del nacionalismo catalán al mismo tiempo que se fortalecen la reacción y el nacionalismo español.

6.- El Estado ha empleado las más modernas técnicas de manipulación psicológica de masas en el caso de Cataluña. Se han sucedido las filtraciones a los medios de comunicación y el uso de una calculada represión estatal, de la que forman parte las últimas detenciones de miembros de los CDR. La forma en que se ha conocido la sentencia del Tribunal Supremo, sucediéndose las filtraciones de la fecha en que se haría pública o desvelando por capítulos su contenido forman parte de ese proceso.

7.- En un escenario en el que nadie duda del estallido de una nueva crisis capitalista, la sentencia del procés se convierte en un nuevo instrumento en manos de la burguesía, afinando los mecanismos de la represión estatal y preparando ideológicamente para que asuma con normalidad la aplicación de todos los resortes coactivos con que cuenta la burguesía: la suspensión de la autonomía en aplicación del artículo 155 de la Constitución, el empleo masivo de la fuerza policial o la posibilidad de condena por delitos como la sedición o la rebelión.

8.- Hoy el nacionalismo español, la represión, la vulneración de derechos fundamentales o la campaña de manipulación psicológica desde los medios de comunicación está enfocada hacia el independentismo catalán, pero en el contexto de las dificultades económicas que se acercan, nadie debe dudar de que es el punto de partida contra toda oposición social al sistema capitalista.

9.- La división de poderes se desvela como una farsa. Existe un solo poder, el poder capitalista, que la burguesía no comparte. Así se explica el alineamiento de los principales partidos capitalistas en la cuestión catalana, en el que PSOE, PP, Ciudadanos y Vox comparten los esencial e incluso PODEMOS tomó la decisión de plegarse a las políticas del Estado en Cataluña con tal de entrar en el Consejo de Ministros.

10.- La sentencia del Tribunal Supremo es un nuevo paso reaccionario contrario a los intereses del movimiento obrero y popular. El PCTE llama a nuestro pueblo a rechazar todo nacionalismo y a manifestar un rechazo frontal al incremento de la represión estatal, exigiendo la libertad de todos los presos políticos.

11.- El derecho a la autodeterminación, como vía para unir a los pueblos en el respeto y la igualdad se hace imposible de conquistar en la España capitalista. La clase obrera no debe seguir ninguna falsa bandera, bajo el señuelo de uno u otro nacionalismo. Es preciso elegir un camino independiente, el camino de la unidad de todos los trabajadores y trabajadoras, con independencia de todo sentimiento de pertenencia nacional, para derrotar al capitalismo y construir una patria común del trabajo sobre las ruinas de la sociedad capitalista, basada en el principio de la unión voluntaria de nuestros pueblos. Un país para la clase obrera.

 

Madrid, 14 de octubre de 2019

Buró Político del PCTE