Este 26 de junio, casi 120.000 trabajadores del servicio andaluz de salud están llamados a la huelga. Esta huelga, convocada para todos los centros sanitarios de la comunidad se enmarca en un ciclo de movilizaciones que llevan sucediéndose durante mas de un mes. Un año más la llegada del verano ha dejado al descubierto los efectos de los múltiples ataques y recortes que desde hace años lleva sufriendo la sanidad pública en Andalucía. La no cobertura de bajas, vacaciones, y el despido desde 2022 de mas de 5000 sanitarios ha hecho que se tengan que cerrar plantas de hospitalización, anular permisos por vacaciones y se haya sometido a una notable sobrecarga a las ya mermadas plantillas.
A todas estas problemáticas se suma el estado crítico de la atención primaria, cada vez más sobrecargada y menos dotada de personal y medios materiales.
Esta situación es consecuencia directa de los numerosos recortes y privatizaciones que se llevan sucediendo desde hace ya mucho tiempo. Ante la situación de crisis y disminución de los márgenes de beneficio del gran capital, se hace necesaria la búsqueda de nuevos mercados y oportunidades de negocio, y un sector como el sanitario, con una participación mayoritariamente pública, supone un nicho de mercado que las grandes empresas, con ayuda del gobierno de la junta de Andalucía se han propuesto explotar a fondo. Esto se produce por un doble mecanismo, por un lado, los recortes con disminución de las prestaciones y la calidad del sistema público, que favorece que cientos de andaluces tengan que recurrir a la sanidad privada para sortear las interminables listas de espera para una intervención quirúrgica o para ser valorados por un especialista. Por otro, las externalizaciones de cada vez más servicios y los conciertos con la sanidad privada, bajo la supuesta excusa de aligerar las listas de espera y descargar a la sanidad pública y que suponen en la práctica una transferencia directa de fondos públicos a grandes grupos empresariales del sector privado.
Resulta importante matizar, que además de una lucha contra los recortes y la privatización, estas movilizaciones suponen una lucha contra la precariedad, por una mejora de las condiciones de los trabajadores que tienen que trabajar en condiciones cada vez mas desfavorables y con un incumplimiento sistemático de los acuerdos en materia de derechos laborales por parte de la administración.
Pero más allá de eso, la lucha por los servicios públicos es una lucha por defender algo que nos pertenece, servicios como la sanidad y la educación, financiados con la riqueza que genera la clase trabajadora, suponen de forma indirecta parte de nuestro salario. Por tanto, la desaparición o merma de la calidad de estos supone un ataque directo al fruto de nuestro trabajo.
Por todo ello, el Partido Comunista de los Trabajadores de España manifiesta su total apoyo a la huelga de la sanidad andaluza convocada para el 26 de junio y a todas las movilizaciones que tengan por objetivo mejorar las condiciones de la sanidad pública y de sus trabajadores.
¡Por una sanidad pública al servicio de la mayoría trabajadora!